"La ciudad de Mileto para esa
fecha, se había hecho famosa en todo el Mediterráneo debido al cuero con el que
confeccionaban sus consoladores. Tanto así, que Lisístrata, la heroína de la
obra homónima de Aristófanes, era una mujer se quejaba amargamente de la
escasez de dildos..."
En la actualidad el onanismo o
masturbación sigue siendo visto como un tabú y tachado como actividad
vergonzante, pero no siempre fue así. En la antigüedad era un acto común,
personal y privado (la mayoría de veces), pero jamás denigrante ni prohibido
por ninguna ley. No está muy claro desde cuando empezó a ser condenada y vista
como algo perverso y amoral, pero de lo que si estamos seguros, es que gran
parte de la culpa fue de la iglesia.