Ya que durante siglos se ha tratado de un tema
tabú, aún hay muchas cosas que desconocemos sobre el aparato reproductor femenino. A continuación resolvemos algunas de las dudas
más importantes
Son muchas las cosas que
desconocemos de nuestro cuerpo, no digamos ya de nuestros
genitales, rodeados siempre por una neblina mitológica aún más espesada por
haber sido un tema tabú durante demasiado tiempo. Es un
problema en cuanto que se tratan de zonas que pueden proporcionarnos un gran
placer si sabemos utilizarlas correctamente pero que, al mismo tiempo, pueden
ser un importante foco de enfermedades.
Ya sabemos que no nos vamos a
parar a leer el manual de instrucciones de
nuestro nuevo teléfono móvil, televisor o batidora, pero no está de más conocer
un poco más sobre los órganos sexuales, sean nuestros o los de
nuestra pareja, para sacarle todo el jugo posible (perdón por la expresión). A
continuación recogemos algunas de las curiosidades más llamativas sobre las
vaginas, que son mucho más que un “conducto membranoso y fibroso que en las
hembras de los mamíferos se extiende desde la vulva hasta la matriz”, como
afirma la Real Academia de la Lengua.
Tiene más
nervios que el pene
Si usted es un hombre, la
próxima vez que se sienta satisfecho masajeando su miembro piense que este
tendrá alrededor de unas 4.000 terminaciones nerviosas, mientras que sólo el
clítoris de una mujer puede rondar las 8.000,
y si es estimulado, afectar a otras 15.000 de la zona pélvica. No obstante, el
resto de la vagina no goza de la profusión nerviosa del clítoris, y la mayor
concentración se encuentra en el tercio de entrada de dicho aparato.
Se la
llevó el tiburón, el tiburón, el tiburón
El escualeno es un compuesto orgánico que se obtiene
del aceite de hígado de tiburón, pero que también puede encontrarse en el
germen de trigo, las aceitunas… o las vaginas, en las que sirve de lubricante
natural. Para los tiburones cumple una función muy diferente: conseguir
flotabilidad en el mar, debido a que su densidad es menor que la del agua.
Otros componentes del flujo vaginal son el agua, la albúmina, el ácido acético,
los glóbulos blancos y los lactobacilos.
Las heridas que se puedan producir
en el interior de este órgano se curan mucho más rápido que en otras partes del
cuerpo
La vagina
es una vaina
Esta palabra fue utilizada con
este sentido por primera vez en 1641 por el anatomista alemán Johann Vesling, y proviene del latín “vulva”, que
era la palabra utilizada para nombrar la vaina en la que se enfundaba una
espada. Según San Isidoro de Sevlla, “se llama 'vagina' a la
parte del portador de la espada que cubre el filo”.
Se
regenera rápidamente
Como si de Lobezno de la Patrulla X se
tratase, la vagina es una de las partes del cuerpo femenino más flexibles y que
se recuperan a una mayor velocidad de cualquier daño, ya que está preparada
para todo tipo de percances durante el parto. La vagina recibe un importante
suministro de sangre que permite que los desgarros puedan curarse en apenas 48 horas, varias veces más rápido que un corte
en la pierna, por ejemplo.
No todas
las mujeres tienen una
La agenesia vaginal o síndrome
de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser es, según la definición de la Clínica Mayo, una
condición que se desarrolla antes del nacimiento y que provoca que la vagina y
el útero no se desarrollen plenamente. Por lo tanto, las mujeres que lo padecen
pueden tener un aparato reproductor reducido o, directamente, no tenerlo. Hoy
en día el tratamiento puede permitir a dichas mujeres mantener una vida sexual normal, aunque no quedarse embarazadas.
La prevalencia es de un caso cada 5.000 bebés.
No, no se
orina por ahí
Perdone el lector la
vulgaridad, pero recordemos el dicho que afirma que “no hay ninguna mujer fea
por donde mea”. En realidad, la mujer no micciona por la vagina sino por la
uretra, al igual que el hombre. Esta se encuentra debajo del clítoris y por encima de la apertura
vaginal.
No es una
puerta de acceso al resto del cuerpo
Solemos pensar que todas las
aberturas de nuestro organismo conducen a algún lugar muy profundo de nuestro
ser (literalmente). No ocurre lo mismo con la vagina, que tan sólo conduce al útero. Así que no, no hay que
alarmarse si se ha quedado accidentalmente algo dentro: tan sólo hay que evitar
utilizar una herramienta que pueda provocar una infección.
Un músculo
flexible
La vagina media tiene una
longitud de entre 8 a 11 centímetros, 7 en su
parte anterior y 9 en la posterior. Sin embargo, se trata de una de las partes
del cuerpo más flexibles para ayudar al coito y al alumbramiento y puede llegar
a duplicar su tamaño en casos excepcionales, aunque por lo general se expande
unos 3 o 4 centímetros.
La vagina
más grande del mundo
A pesar del mito que señala que
hacer el amor con mucha frecuencia o con hombres muy dotados provoca que la
vagina se ensanche, no suele ser así. Ahora bien, ¿cuál es la vagina más grande
de la que se tiene constancia? Como parece lógico, una que perteneció a una
mujer muy grande: se trataba de una escocesa llamada Anna Swan que sufría gigantismo y medía 2,27
metros de altura, y que vivió entre 1846 y 1888. Dio luz al bebé más grande de
la historia, o al menos eso nos ha llegado: pesaba 11,80 kilos y medía 86 centímetros de longitud. Al dar a luz a su
hijo, Swan dilató 15 centímetros para poder expulsar los 48 centímetros de
diámetro del cráneo de su hijo, que no sobrevivió.
Las
siempre molestas ventosidades vaginales
Durante el acto sexual es
posible que la vagina expela aire con un ruido similar de una ventosidad. Sin
embargo, y a diferencia de los gases expelidos por otros orificios, no está
acompañado de ningún mal olorpuesto que no
proviene del intestino. Y si es así, puede deberse a una fístula colovaginal,
por lo que deberíamos acudir rápidamente al médico ya que se trata de una
enfermedad grave.
El de la vagina dentada es uno de
los mitos más recurrentes que aparecen en todo el mundo alertando sobre el
hipotético peligro femenino
Tus amigas
las bacterias
Al igual que ocurre con nuestro intestino, en la vagina se concentran
multitud de bacterias que ayudan a combatir a los invitados indeseados.
Por eso no se recomienda lavar de forma agresiva el interior de la vagina, ya
que probablemente estaremos eliminando todos esos organismos que nos ayudan.
Cuidado:
los preservativos no te protegen de todas las enfermedades
Aunque los condones siguen
siendo una de las mejores herramientas para mantenernos a salvo de las
enfermedades de transmisión sexual, incluso utilizándolos podemos infectarnos.
¿Por qué? Porque durante el sexo la vulva se encuentra expuesta al roce con las zonas genitales masculinas que
sufran enfermedades como el herpes o la clamidia.
El mito de
la vagina dentata
La leyenda de una vagina femenina coronada por una fila de devoradores
dientes aparece en culturas tan diferentes como la hindú, la sintoísta o la
cultura prehispánica mexicana como una alerta ante las relaciones sexuales con
mujeres desconocidas. La imagen de esta feminidad monstruosa ha
pervivido en la cultura popular, de Alien: el octavo pasajero a Cromosoma 3 de David Cronenberg,
pasando por Teeth de Mitchell Lichtenstein, que no por casualidad fue
traducida en español como Vagina Dentata.
El Confidencial 21.06.2015
Foto: De acuerdo, no es una vagina, pero nos hacemos a la idea, ¿verdad? (iStock)
DESCARGAR ARCHIVO PDF CON DESNUDOS DE UNA HERMOSA MODELO:
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