jueves, 24 de agosto de 2017

Gluteomanía, pigofilia y el cortanalgas Guillén - Ernesto Chávez

Concursos de "colitas" y obsesión que se remonta a los albores de la civilización

El peruano Johnny Guillén se convirtió en una triste “celebridad” en la prensa internacional, por sus incursiones, en los centros comerciales de Virginia, para inferir cortes en las nalgas de adolescentes y jovencitas, viabilizando su reprimida sexualidad en esa perversión sadomasoquista



En el caso de la mayoría de los corta nalgas, existe una relación amor- odio, por el fracaso de sus relaciones amorosas, lo que deberá establecerse cuando el escurridizo atacante sea capturado.

Esta compulsión denominada Pigofilia, es una de las parafilias que se ha extendido en el planeta por medio del cine y la televisión, incluso con la organización de concursos de “colitas”,donde se premia al mejor glúteo de la participante.


La “gluteomanía” ha provocado que millones de mujeres se sometan a implantes para aumentar de volumen sus nalgas o darle la consistencia que los años o la obesidad echaron a perder.


La proliferación de traseros “artificiales” ha distorsionado estos concursos, por lo que los organizadores demandan que sean naturales, sin ninguna clase de aditamentos intramusculares.


Cansada de rumores sobre los presuntos implantes que había colocado en sus nalgas, la escultural Kim Kardashian decidió comprobar que su trasero es 100% natural a través de una radiografía y demostrar al mundo entero que toda la suntuosidad de su figura es fruto de la generosidad de la naturaleza y su genética arménica.


Así, y siguiendo el consejo de su hermana, Khloe Kardashian Odom quien publicó en su Twiiter:"Nada como un buen trasero armenio para comenzar el día", minutos después subió una fotografía que prueba que su hermanita posee uno de los cuerpos naturales más espectaculares.


Y es que sus admiradores pigófilos, quienes  se sentían “estafados”, ahora respiran aliviados.


El peruano, Johnny Guillén, tristemente famoso como "corta nalgas" en Estados Unidos.

Pigofilia


Este tipo de obsesión o parafilia se denomina pigofilia, término que deriva de las raíces griegas pigos (nalga) y filia (amor al) , caracterizándose porque  la excitación sexual y el orgasmo solo se alcanzan con las caricias o tocamientos a los glúteos o nalgas, incluso algunas personas alcanzan placer  frotándose contra la pared


La obsesión por las nalgas se remonta a los albores de la civilización. Los griegos  adoraban a la diosa Venus, bajo la advocación Callipigia o de “las hermosas nalgas”.


La Venus Calipigia (en griego antiguo) o ‘Afrodita de Bellas Nalgas’) es un tipo de estatua femenina desnuda de la época helenística, parcialmente cubierta, levantándose su liviano peplo, para descubrir sus caderas y nalgas, y que mira atrás y abajo sobre su hombro, quizá para evaluarlas.


En los siglos XVIII y XIX  se creyó que la estatua ilustraba una historia de la antigüedad clásica en la que dos muchachas de Siracusa intentaban decidir cuál de ellas tenía las nalgas más hermosas. (Wikipedia)


El trasero más hermoso

 

La historia fue recogida por Ateneo en los Deipnosofistas como sigue:


La gente de aquella época estaba tan apegada a sus placeres sensuales que incluso llegaron tan lejos como a dedicar un templo a la Afrodita de Bellas Nalgas, por la siguiente razón.


Érase una vez un granjero que tenía dos bellas hijas. Un día estas muchachas, enzarzadas en una disputa acerca de cuál tenía un trasero más hermoso, salieron a la calle. Y por casualidad pasaba por allí un joven, el hijo de un viejo rico.


Las muchachas se le mostraron, y cuando las vio votó a favor de la mayor de ellas. Y de hecho, enamorándose de ella,cuando volvió a la ciudad la llevó a su cama y le contó a su hermano menor todo lo que había sucedido. Y el hermano menor también fue al campo y vio a las muchachas, y se enamoró de la otra hija


Y así cuando el padre de los jóvenes intentó hacer que se casaran con alguien de clase elevada, no pudo persuadirlos, por lo que trajo a las hijas desde el campo, con el permiso de su padre, y las casó con sus hijos. Y así estas muchachas fueron llamadas las de bellas nalgas por los ciudadanos. Cercidas de Megalópolis dice en sus versos yámbicos: «Había un par de muchachas de hermosas nalgas en Siracusa.»


Y estas muchachas, cuando se hicieron ricas y famosas, construyeron un templo dedicado a Afrodita Calipigia, diosa la de Bellas Nalgas..


El hecho de que hubiera un culto religioso a Afrodita Calipigia en Siracusa también es mencionado por el autor cristiano Clemente de Alejandría en una lista de manifestaciones eróticas de la religión pagana.



El corta nalgas


Johnny Guillén no es el primer peruano que gana triste fama, por su obsesión de cortar nalgas de las mujeres que se cruzan en su camino, aunque muchos casos se guardaron en reserva debido a que las víctimas preferían guardar en silencio sus heridas.


En 1982, uno de estos pigófilos, quien se movilizaba en bicicleta, sembró el temor y zozobra en la urbanización San Agustín, Comas, y fue bautizado como “La Bestia” por los reporteros policiales, lo que se derrumbó cuando lo capturaron.


No era un siniestro psicópata implacable sino un desviado sexual,  casi famélico, que no mataba ni una mosca.

Las cámaras de seguridad de los centros comerciales grabaron a Guillén desplazándose en busca de sus víctimas.


Las raíces de la obsesión de Guillén, de 40 años de edad, se originarían en el distanciamiento  de su esposa, por causas no esclarecidas, lo que habría desembocado en una actitud de amor- odio hacia las nalgas,  iniciando  sus incursiones en el pasado mes de febrero.


De acuerdo a las autoridades estadounidenses tiene un extraño perfil psicológico, entrando en la pigofilia, parafilia o desviación sexual en donde el placer no se encuentra en el acto en sí, sino en una actividad relacionada.


Guillén se aprovisionó de una filuda navaja, con el que atacó sigilosamente a once mujeres , entre adolescentes quinceañeras y jovencitas de 20 años.


Aprovechaba un descuido de sus víctimas, las golpeaba simulando tropezarse y con una filuda navaja les cortaba la nalga, fugando sin que las agredidas se percataran de su atacante.


.El destacado  periodista del diario “Washington Hispanic”, Victor Caycho, precisó que “todos los cortes eran de tres o cuatro centímetros”.


“Él les rompía el pantalón y la ropa íntima. En algunos casos pensaban que se habían enganchado, otras sí se daban cuenta al instante por el sangrado, pero cuando buscaban a la persona ya había desaparecido”, agregó.


¿Qué es la parafilia?


El caso del corta nalgas, Johnny Guillén, entra en el campo de la psicología y, en  su proceso judicial, probablemente se realice un debate pericial de los especialistas en este caso.


Los tratados médicos señalan que una parafilia (del griego pará: ‘al margen de’, y filía: ‘amor’) es un patrón de comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se encuentra en la cópula, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña.


Suelen, aunque no necesariamente, suceder principalmente porque la persona que las practica ya ha tenido una cantidad muy elevada de placer sexual, que llega un momento en que lo poco no la satisface y quiere más y más de aquella actividad para sentir el orgasmo o excitarse.


Las consideraciones acerca del comportamiento considerado parafílico dependen de las convenciones sociales imperantes en un momento y lugar determinados.


Ciertas prácticas sexuales, como el sexo oral o la masturbación, fueron consideradas parafilias hasta mediados del siglo XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas (siempre que la actividad del sujeto no se limite únicamente a ellas).



Por ello resulta imposible elaborar un catálogo definitivo de las parafilias. Las definiciones más usuales recogen comportamientos como el sadismo, el masoquismo, el exhibicionismo, el voyeurismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo y el frotismo.


Sábado, 17 de Septiembre de 2011


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