Concursos de "colitas" y
obsesión que se remonta a los albores de la civilización
El peruano Johnny Guillén se convirtió en
una triste “celebridad” en la prensa internacional, por sus incursiones, en los
centros comerciales de Virginia, para inferir cortes en las nalgas de
adolescentes y jovencitas, viabilizando su reprimida sexualidad en esa
perversión sadomasoquista
En el caso de la mayoría de los corta
nalgas, existe una relación amor- odio, por el fracaso de sus relaciones
amorosas, lo que deberá establecerse cuando el escurridizo atacante sea
capturado.
Esta compulsión denominada Pigofilia, es
una de las parafilias que se ha extendido en el planeta por medio del cine y la
televisión, incluso con la organización de concursos de “colitas”,donde se
premia al mejor glúteo de la participante.
La “gluteomanía” ha provocado que millones
de mujeres se sometan a implantes para aumentar de volumen sus nalgas o darle
la consistencia que los años o la obesidad echaron a perder.
La proliferación de traseros
“artificiales” ha distorsionado estos concursos, por lo que los organizadores
demandan que sean naturales, sin ninguna clase de aditamentos intramusculares.
Cansada de rumores sobre los presuntos
implantes que había colocado en sus nalgas, la escultural Kim Kardashian
decidió comprobar que su trasero es 100% natural a través de una radiografía y
demostrar al mundo entero que toda la suntuosidad de su figura es fruto de la
generosidad de la naturaleza y su genética arménica.
Así, y siguiendo el consejo de su hermana,
Khloe Kardashian Odom quien publicó en su Twiiter:"Nada como un buen
trasero armenio para comenzar el día", minutos después subió una
fotografía que prueba que su hermanita posee uno de los cuerpos naturales más
espectaculares.
Y es que sus admiradores pigófilos,
quienes se sentían “estafados”, ahora
respiran aliviados.
El peruano, Johnny Guillén, tristemente famoso como "corta nalgas" en Estados Unidos.
Pigofilia
Este tipo de obsesión o parafilia se
denomina pigofilia, término que deriva de las raíces griegas pigos (nalga) y
filia (amor al) , caracterizándose porque
la excitación sexual y el orgasmo solo se alcanzan con las caricias o
tocamientos a los glúteos o nalgas, incluso algunas personas alcanzan placer frotándose contra la pared
La obsesión por las nalgas se remonta a
los albores de la civilización. Los griegos
adoraban a la diosa Venus, bajo la advocación Callipigia o de “las
hermosas nalgas”.
La Venus Calipigia (en griego antiguo) o
‘Afrodita de Bellas Nalgas’) es un tipo de estatua femenina desnuda de la época
helenística, parcialmente cubierta, levantándose su liviano peplo, para
descubrir sus caderas y nalgas, y que mira atrás y abajo sobre su hombro, quizá
para evaluarlas.
En los siglos XVIII y XIX se creyó que la estatua ilustraba una
historia de la antigüedad clásica en la que dos muchachas de Siracusa
intentaban decidir cuál de ellas tenía las nalgas más hermosas. (Wikipedia)
El trasero más hermoso
La historia fue recogida por Ateneo en los
Deipnosofistas como sigue:
La gente de aquella época estaba tan
apegada a sus placeres sensuales que incluso llegaron tan lejos como a dedicar
un templo a la Afrodita de Bellas Nalgas, por la siguiente razón.
Érase una vez un granjero que tenía dos
bellas hijas. Un día estas muchachas, enzarzadas en una disputa acerca de cuál
tenía un trasero más hermoso, salieron a la calle. Y por casualidad pasaba por
allí un joven, el hijo de un viejo rico.
Las muchachas se le mostraron, y cuando
las vio votó a favor de la mayor de ellas. Y de hecho, enamorándose de
ella,cuando volvió a la ciudad la llevó a su cama y le contó a su hermano menor
todo lo que había sucedido. Y el hermano menor también fue al campo y vio a las
muchachas, y se enamoró de la otra hija
Y así cuando el padre de los jóvenes
intentó hacer que se casaran con alguien de clase elevada, no pudo
persuadirlos, por lo que trajo a las hijas desde el campo, con el permiso de su
padre, y las casó con sus hijos. Y así estas muchachas fueron llamadas las de
bellas nalgas por los ciudadanos. Cercidas de Megalópolis dice en sus
versos yámbicos: «Había un par de muchachas de hermosas nalgas en Siracusa.»
Y estas muchachas, cuando se hicieron
ricas y famosas, construyeron un templo dedicado a Afrodita Calipigia, diosa la
de Bellas Nalgas..
El hecho de que hubiera un culto religioso
a Afrodita Calipigia en Siracusa también es mencionado por el autor cristiano
Clemente de Alejandría en una lista de manifestaciones eróticas de la religión
pagana.
El corta nalgas
Johnny Guillén no es el primer peruano que
gana triste fama, por su obsesión de cortar nalgas de las mujeres que se cruzan
en su camino, aunque muchos casos se guardaron en reserva debido a que las
víctimas preferían guardar en silencio sus heridas.
En 1982, uno de estos pigófilos, quien se
movilizaba en bicicleta, sembró el temor y zozobra en la urbanización San
Agustín, Comas, y fue bautizado como “La Bestia” por los reporteros policiales,
lo que se derrumbó cuando lo capturaron.
No era un siniestro psicópata implacable
sino un desviado sexual, casi famélico,
que no mataba ni una mosca.
Las cámaras de seguridad de los centros
comerciales grabaron a Guillén desplazándose en busca de sus víctimas.
Las raíces de la obsesión de Guillén, de
40 años de edad, se originarían en el distanciamiento de su esposa, por causas no esclarecidas, lo
que habría desembocado en una actitud de amor- odio hacia las nalgas, iniciando
sus incursiones en el pasado mes de febrero.
De acuerdo a las autoridades
estadounidenses tiene un extraño perfil psicológico, entrando en la pigofilia,
parafilia o desviación sexual en donde el placer no se encuentra en el acto en
sí, sino en una actividad relacionada.
Guillén se aprovisionó de una filuda
navaja, con el que atacó sigilosamente a once mujeres , entre adolescentes
quinceañeras y jovencitas de 20 años.
Aprovechaba un descuido de sus víctimas,
las golpeaba simulando tropezarse y con una filuda navaja les cortaba la nalga,
fugando sin que las agredidas se percataran de su atacante.
.El destacado periodista del diario “Washington Hispanic”,
Victor Caycho, precisó que “todos los cortes eran de tres o cuatro
centímetros”.
“Él les rompía el pantalón y la ropa
íntima. En algunos casos pensaban que se habían enganchado, otras sí se daban
cuenta al instante por el sangrado, pero cuando buscaban a la persona ya había
desaparecido”, agregó.
¿Qué es la parafilia?
El caso del corta nalgas, Johnny Guillén,
entra en el campo de la psicología y, en
su proceso judicial, probablemente se realice un debate pericial de los
especialistas en este caso.
Los tratados médicos señalan que una
parafilia (del griego pará: ‘al margen de’, y filía: ‘amor’) es un patrón de
comportamiento sexual en el que la fuente predominante de placer no se
encuentra en la cópula, sino en alguna otra cosa o actividad que lo acompaña.
Suelen, aunque no necesariamente, suceder
principalmente porque la persona que las practica ya ha tenido una cantidad muy
elevada de placer sexual, que llega un momento en que lo poco no la satisface y
quiere más y más de aquella actividad para sentir el orgasmo o excitarse.
Las consideraciones acerca del
comportamiento considerado parafílico dependen de las convenciones sociales
imperantes en un momento y lugar determinados.
Ciertas prácticas sexuales, como el sexo
oral o la masturbación, fueron consideradas parafilias hasta mediados del siglo
XX, aunque hoy en día se consideran prácticas no parafílicas (siempre que la
actividad del sujeto no se limite únicamente a ellas).
Por ello resulta imposible elaborar un
catálogo definitivo de las parafilias. Las definiciones más usuales recogen
comportamientos como el sadismo, el masoquismo, el exhibicionismo, el
voyeurismo, la zoofilia, la coprofilia, la necrofilia, el fetichismo y el
frotismo.
Sábado, 17 de Septiembre de 2011
www.cronicaviva.com
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