martes, 5 de febrero de 2019

Cuentos de alcoba, erotismo, lujuria y desenfreno (1) - Ares Cronida




Introducción.

Los cuentos eróticos, picantes o calientes, son aquellos que nos hablan de los sentimientos más íntimos, de las relaciones humanas más intensas. Hoy toda revista para publico adulto incluye al menos un cuento que nos pones verde de vergüenza de que sepan que los leemos; pero en privado, rojos de rubor nos ponemos al leer sus líneas, al imaginar sus escenas, al pensar en sus imágenes, al soñar que somos nosotros los protagonistas de aquellas palabras impresas.

Pese a este resquemor de leer historias de este tipo en publico, sus orígenes están en antiguas cohortes orientales, en medio de esposas, amantes y concubinas, o en la compañía de geishas y prostitutas; donde reyes, emperadores, sultanes, califas, maharajás y shogunes se deleitaban escuchando estas historias, mientras retozaban con sus amantes. Igual en medio de bacanales y orgías, también en occidente, griegos y romanos escuchaban esos cuentos de las mujeres de la vida. Surgirán de la petición de esos reyes orientales las primeras obras que describen el mundo íntimo de la pareja, serían los primeros manuales del sexo.



 Cuentos licenciosos en el medievo.


Los manuales del sexo, aún hoy en día son considerados parte de la literatura erótica, pero lejos están ellos de ser cuentos eróticos. Herederos en forma y estructura de los manuales del sexo, mucho de los cuentos eróticos buscan ilustrar y dar consejos a los escuchas y lectores. A fines de la edad media surgen en el oriente musulmán los cuentos de Las mil y una noches, atribuidas a Abu abd—Allah Muhammed El—Gahshigar, quien vivió en el siglo IX. La obra muestra en su narrativa la estructura común de muchos de los libros de este periodo histórico. Los cuentos inician con el relato de dos reyes hermanos, que descubren la infidelidad de sus esposas y la mujeres de otros hombres (genio incluido). Para no ser sometido a la infidelidad de las mujeres, el sultán Schahriar decide acostarse con una virgen todas las noches, y mandarla a asesinar al amanecer, para evitar su futura infidelidad. Eso ocurre hasta que toca el turno a la hija del Visir, Scherezade, quien para salvarse del terrible destino, cuenta todas las noches una historia al sultán, que deja inconclusa para que el marido tenga que perdonarle la vida por una noche más, hasta llegar a las mil y una noches, cerrando el ciclo de cuentos al aprender el sultán de su joven esposa que no todas las mujeres son infieles y perdonarle definitivamente la vida.



El siglo XIV, conocido como el siglo de la peste negra en Europa, dejó tres obras importantes, todos con una estructura similar a las mil y una noche. La primera y más famosa es la italiana el Decamerón de Giovanni Boccaccio, en ella diez personas, huyendo de la peste en Florencia se refugian en el campo y cada una, durante diez días, narran un cuento, que hablan de la inteligencia, la fortuna y el amor. Igual estructura tienen los cuentos de Canterbury del inglés Geoffrey Chaucer, 120 cuentos son narrados por los peregrinos que van o regresan de la Catedral de Canterbury. En España Juan Ruiz escribe el libro de buen amor, en la obra el autor se involucra en las historias que narra y describe, a veces como actor y otras como espectador, de los hechos de su vida amorosa.




Publicado el 10, septiembre, 2008 por Ares Cronida


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