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Muchas
parejas consideran el sexo anal como una práctica homosexual, pero lo cierto es
que entra también dentro del repertorio de técnicas heterosexuales. ¿Por dónde
empezar?
Empieza explorando la
sensibilidad externa del ano de tu pareja y después pasa a una estimulación más
directa. Puede hacerse manualmente o con un
vibrador. Muchos hombres disfrutan
acariciándose la próstata, a la cual puedes acceder insertando un dedo en el
conducto anal: Con la punta del dedo, haz círculos suaves
alrededor de la parte externa del ano de tu pareja, introduce la punta de tu
dedo más o menos un centímetro dentro del conducto anal y continúa describiendo
círculos en su interior. Necesitarás lubricar tu
dedo y el ano de tu pareja. Si está de acuerdo, puedes
ejercer más presión SEXO ANAL.
El ano no pertenece al aparato reproductor, por lo
que no está fisiológicamente condicionado para el acto sexual, es un órgano
contaminado con el material fecal, con muchos microorganismos. El
riesgo de infección se incrementa, pues el esfínter anal es mas rígido a la
penetración y menos elástico que la vagina, con la consiguiente mayor fricción
ocurriendo mayores microtraumatismos durante el acto sexual. Tampoco tiene la
lubricación que normal y fisiológicamente tiene la vagina. El riesgo de
contaminación no es solamente local,las microfisuras que se producen
durante el sexo anal producen microsangrado en el pene y en el ano, que
posibilita la contaminación sangre a sangre, mecanismo por el cual se explica
que el sexo anal sea el de mayor riesgo para la transmisión del virus del SIDA
(VIH) y de otras Enfermedades de Transmisión Sexual.
El sexo anal puede producir
desgarros musculares en el esfínter anal. Para los
que quieran hacerlo, daría las siguientes recomendaciones: siempre
use un preservativo, preferentemente adicione un lubricante a base de agua que
lo podrá adquirir en una farmacia. Y jamás penetre la vagina luego de haber
penetrado el ano y viceversa.
Tanto para la mujer como
para el hombre puede ser una práctica muy placentera pero si se realiza con las
debidas precauciones. El hombre tiene que tener en cuenta que tiene que
estimular y tener muchas precauciones en estimular y penetrar el orificio anal
con mucha delicadeza y suavidad, para que en ningún caso le produzca dolor a su
pareja sino sensaciones agradables y positivas. Para el hombre, no te olvides
que tienes que acariciar a tú pareja, el clítoris e igualmente si eres un
destacado amante o quieres serlo y la quieres hacer vibrar, los pechos y
algunos golpecitos en sus nalgas. Todo al mismo tiempo. Ella tiene que
disfrutar tanto o más que tú.
Algunos consejos para la práctica del sexo anal
A continuación les mostramos
unas prácticas que pueden realizarse independientemente, o una después de la
otra, para una estimulación progresiva, que determinará el éxito de sus
experiencias anales.
Con la lengua: el
anilinctus
Antes de detenerse en las
nalgas, lama las zonas erógenas de su compañera. Luego, continúe con la raya,
el contorno del ano, hasta llegar al mismo ano, zona muy sensible. En esos
momentos, su compañera empieza a sentir una sensación caliente muy excitante.
Con un dedo o un
juguete sexual
Suavemente Introduzca en el
ano un dedo o, mejor aún, un consolador liso y lubrificado. Deténgase un
momento, para que el esfínter de su compañera se habitúe a esta nueva
sensación. Efectúe luego un movimiento circular, que ayudará a relajar a su
compañera. Empújelo un poco más hacia adentro, al mismo tiempo que realiza un
movimiento de vaivén; aségurese de que su compañera sigue sintiéndose a gusto.
Esta estimulación puede
resultar muy placentera. Puede realizarse antes de la penetración anal, o
acompañar la penetración vaginal o el sexo oral. La mujer puede también
estimular la próstata de su compañero y aumentar así la intensidad orgásmica.
Con el pene: la
sodomización
La mujer puede estar
acostada bocabajo, de pie (de espaldas al hombre), acostada de lado, o sentada
encima de él : en esta última postura controla mejor la profundidad de la penetración.
Si optan por la postura del galgo, la mujer tendrá que levantar su tórax para
facilitar la penetración. Lubrifique el pene abundantemente (sobre todo el
glande) y el ano. Comience penetrando lentamente. La primera vez, quizá no la
pueda meter entera, sobre todo si su compañera no está totalmente relajada.
Pero con un poco de tacto y ternura, no se le deben presentar mayores
complicaciones.
Antes de llegar a la mitad
del camino, deténgase para que ella se habitúe. Comience entonces a efectuar un
movimiento de vaivén…suavemente. El hombre tiene que estar siempre muy atento a
las reacciones de su compañera, y detenerse si ella se queja. En dicho caso, se
volverá hacia atrás, hasta que ella se encuentre más a gusto. El hombre puede
estimular simultáneamente el clítoris, o dejar que se ocupe de ello la mano
experta de su compañera, lo que, a buen seguro, le producirá un orgasmo muy
intenso. Alcanzada la cumbre del placer, el hombre se retirará suavemente.
Guía práctica para aficionados al sexo anal.
Charlaba hace tiempo con
unas amigas acerca de ser penetradas por el ano, todas llegamos a la misma
conclusión: “Es denigrante y sucio”. Con el correr de los días y navegando en
Internet, encontré algo de información al respecto y no parecía tan malo, es
más, ahora puedo decirles que es fenomenal si aprendes a disfrutarlo.
Decidí compartir con los que
deseen leer este documento, lo que creo es el mejor método para obtener la más
placentera penetración anal. Comenzaremos con unas pequeñas observaciones:
1. El
sexo anal puede ser divertido, seguro y entretenido si sigues los pasos
adecuados para seguir manteniéndolo seguro, de lo contrario puede ser doloroso
e incluso peligroso.
2. El
ano puede ser una zona extremadamente erógena, pues dentro de éste se
encuentran mucho más terminales nerviosas que en otras partes del cuerpo,
excepto el clítoris.
3. La
diversión inicia desde que comienzas a acariciar tu ano, o el de tu pareja, con
un dedo lubricado, intercambiarlo por el pene o sustituirlo con el uso de
juguetes sexuales o vibrador.
Para
poder disfrutar esta variedad del sexo es necesario olvidarse de prejuicios y
temores al respecto, ya que debemos considerar que:
1. El
sexo anal no es una práctica exclusiva de los homosexuales, aunque claro, ellos
lo practican, pero también es una de las formas de sexo preferidas por algunas
parejas heterosexuales.
2. Algunas
mujeres rehuyen este acto al pensar en “recibirlo” por el ano, pero no hay
razón para este temor si se toman las debidas precauciones.
3. Muchas
personas experimentan placer al defecar, lo admitan o no.
4. Tu
ano no es malo, mucho menos es una parte obscura o misteriosa de tu cuerpo.
5. La
culpa es el inhibidor de las delicias anales y la tensión es la causa de la
incomodidad.
6. El
conocimiento y exploración de tu ano puede conducirte a placeres insospechados
y sin límite.
Así que deja fuera de tu
mente las malas ideas y prepárate para disfrutar de tu cuerpo.
El sexo anal es muy
placentero si se practica con técnicas de higiene y sanidad. No es bueno
defecar para asegurarse de que el ano se encuentra limpio y apropiado. Algunas
personas gustan de hacerse una lavativa, pero, usualmente, esto es más por
estimulación sexual que por necesidad. Una ducha a conciencia es
más que suficiente para garantizar la higiene. Si no conoces bien a tu pareja,
entonces deberán usar condón, los amantes inteligentes lo usan, no
importa con quien lo vayan a hacer.
Recuerda tener a la mano un buen gel soluble al
agua, una crema o un lubricante para facilitar la penetración. A
algunos les gusta mucho hacerlo evitando el uso de éstos, pero es muy doloroso
si no lo practicas regularmente. Si deseas usar un lubricante, manténte alejada
de la vaselina u otros lubricantes a base de petróleo. Mientras más lubricante
uses, más fácil, limpia, cómoda y placentera será la sesión que tengas.
En tu ano se puede insertar un pene largo fácilmente
y la experiencia es muy agradable si consigues relajarte. Tu
ano es como un delgado tubo con un pequeño anillo muscular al final. El anillo
muscular se relaja y tensa para mantener el excremento dentro y mantener los
objetos fuera. Estos músculos son bastante fuertes y son controlados
parcialmente por la mente. Tus emociones pueden controlar la tensión en
cualquier momento. Si estás sentado en tu computadora leyendo esto, flexiona tus
glúteos y experimentarás cómo tu ano se frunce y se tensa. Una buena
penetración anal no será placentera a menos que tus músculos estén relajados.
Esto lleva tiempo y práctica.
Experimentar es el camino a mayores placeres
Ya te familiarizaste con la
nueva parte de tu cuerpo, tu ano, ahora puedes comenzar a experimentar con tu
pareja. Debes elegir inteligentemente a tu compañero y buscar las mismas
cualidades que querías la primera vez que hiciste el amor. Una pareja gentil,
amable y comprensiva es muy importante en el principio. Explícale como te
sientes, lo que quieres que él haga y cómo quieres que lo haga. No abras tu
trasero a cualquier tipo que desee sacarte medio kilo de excremento, esto sólo
te llevará a una mala experiencia y a echar a perder gran parte del
entrenamiento y cuidado que has practicado. Asumiré que tu pareja es hombre,
aunque puede ser una mujer con uno de esos trajes con consolador integrado, aún
así, me referiré a tu pareja como masculino.
Encuentra un compañero que
guste del sexo, que acaricie tu trasero y juegue con tu ano mientras hacen el
amor. También puedes hacer que tu compañero te haga sexo oral
mientras inserta uno o varios dedos en tu ano. Será más fácil si se encuentra
en buena posición para alcanzar tu ano y tú estarás en mejor posición para
relajar los músculos mientras él juega gentilmente con tu abertura. Si estás
ansiosa o no puedes relajarte, toma tu tiempo, el sexo anal no es la cosa más
fácil de aprender; si encuentras dificultades, no te sientas mal, tu ano puede
estar siguiendo malos hábitos o no se está abriendo, toma tiempo y práctica,
pero al final funciona.
Es muy importante que hables
a tu compañero y le digas lo que sientes. Un
acto placentero que relajará tu ano es pedir a tu pareja que haga círculos en
la abertura con las yemas de los dedos lubricadas; esto tiene un efecto
calmante y, si tu compañero es gentil, tu también te relajarás. Si no consigues
soltar tu ano, quizá tengas un bloqueo mental que no te permitirá ser penetrada.
Si es el caso, conversa con tu pareja al respecto. Si no eres realmente seria
acerca del sexo anal y no puedes relajarte, tal vez desees visitar a un
consejero o un terapista sexual.
Asumo que no tienes serios
problemas con la estimulación y experimentación anal. Ahora es tiempo de tener
a tu pareja penetrándote por el ano.
Protegiendo tu ano
¡Una breve advertencia! Si
eres confidente con tu amante podrás tener sexo anal sin protección. Si no
estás seguro del todo… usa condón o alguna otra protección. No deseo perder
mucho tiempo en el tema de enfermedades sexuales, pues supongo que eres una
persona sexualmente activa. Sólo sé cuidadosa y no cambies de la penetración
anal a la vaginal, no es buena idea usar el mismo instrumento, ya sea
consolador, pene o vibrador, en tu vagina inmediatamente después de haberlo
usado en el ano, antes lávalo bien. Es menos riesgoso ir de la vagina al ano
que al revés, así que ya estás avisada, ve y consigue un buen pene.
Igual que cuando te
masturbas, tómalo con calma al principio. Si
te lastima el ano, y puede pasar, pide a tu pareja que te penetre gentilmente,
un poco de dolor es normal y aún con el ano relajado tu estado mental puede
causar contracciones. Pronto descubrirás que el dolor se convierte en dichosas
delicias durante el juego anal.
Al principio, al penetrar,
tal vez experimentes una urgencia violenta de ir al baño, esto se debe a tus
reflejos normales de querer excretar cualquier cosa dentro de tu ano. Esta
sensación es similar a las náuseas cuando aprendes a proporcionar un buen sexo
oral. Quizá también pienses que estás a punto de orinar o defecar, pero esto es
algo común. Pronto te condicionarás a ti misma a la normalidad de tener un
objeto en tu ano. El gran excitamiento sexual seguirá; sé paciente y los sentimientos
de miedo y cualquier tensión disminuirán considerablemente. La penetración
gradual y la actividad es la mejor regla, así que ve con calma. Será difícil
por un tiempo, pero serás complacida con un rápido cambio de incomodidad a
placer erótico.
Después que tu compañero te
haya penetrado profundo, dale una cantidad lujuriosa de tiempo para
acostumbrarse a la sensación; él sabe que hacer, así que piensa en el placer y
la sensualidad. Intenta masturbándote o pídele que él lo haga, pues esto es una
parte regular del sexo anal; además incrementará tu intensidad sexual y deseo.
Intenta menear tu trasero en
movimientos circulares, mientras el pene entra y sale lentamente. Aprende
a comprimir tu ano, tensa y afloja para acariciar su pene. Sabrás si te estás moviendo
en la mejor manera porque sentirás un flujo rítmico y apasionado en tu cuerpo.
Olvidarás dónde estás mientras los movimientos de tu pareja los hacen fundirse
en uno solo.
Bordear o tener una lengua en el trasero
El lamer el trasero es una
forma muy íntima de explorar anos; esto aplica a ambos en la
pareja. Involucra lamer, lengüetear y succionar dentro y alrededor del ano;
quizá parezca extraño, porque los traseros eran considerados sucios y malos. En
la actualidad se ha cambiado este concepto. Aunque es posible adquirir una
enfermedad venérea o hepatitis de una persona infectada, pero igual puede pasar
al hacerlo con la vagina. Los miedos a bordear son más mentales y relacionados
al olor, sabor y preferencias personales; para que esto sea más placentero,
quizá ambos deban tomar una ducha antes, lo que eliminará cualquier olor.
El bordear es extremadamente
excitante porque la abertura de tu ano es deliciosamente sensitiva y los labios
y lengua muy expresivos. Es tan fácil como
lamer la vagina y las mismas acciones crean reacciones placenteras.
“Alrededor del mundo”
significa besar y lamer el cuerpo entero y el ano es una parte del mundo
corporal. Tu pareja lame a través de la piel anal, húmedas
lengüetadas alrededor de la abertura, una y otra vez, arriba y abajo. Él puede
mover rápido la punta de su lengua o introducirla hasta donde ésta pueda
llegar; puede restregar gentilmente sus labios sobre el agujero o succionar en
la abertura, como si quisiera voltear tu piel hacia afuera. Esto es realmente
agradable si se hace con inserción de lengua. Mientras, tú puedes empujar un
poco hacia abajo, relajando tu ano como si fueras a defecar, esto expandirá la
abertura y le dará más área para cuidar o mordisquear.
Asumiendo la posición
Colócate sobre tus manos y rodillas
para que tu ano quede en el aire; tu pareja se arrodillará justo detrás,
encarando tu trasero. Él se pondrá sobre ti, guiando su
miembro lubricado a tu ano. Rápido o lento, dependiendo de tus preferencias, él
empujará su pene dentro de ti mientras tú le abres el camino. Entonces el
empujará su cadera adelante y atrás, moviendo su miembro dentro y fuera de tu
ano. Mientras él te penetra, manténte quieta o rota tu cadera de un lado a
otro, esta posición es más conocida como “de perrito” -por razones obvias-, y
tiene la ventaja de facilitar una penetración profunda, combinada con la
libertad de movimiento.
En la posición “pervertida
del misionero” te tiendes sobre tu espalda, levantando tus rodillas hasta
el cuello de tu pareja y pasando las piernas alrededor de sus hombros. Estarán
cara a cara y es más agradable si colocan una almohada bajo tu pelvis para
levantar tu trasero al viento. Esta posición también permite una fácil y
profunda penetración.
Otra posición interesante es
parados, tu pareja justo detrás de ti. Apoya tus manos en un pilar, una mesa o
una pared; esta posición es conveniente para usarse al aire libre y
yo he sido penetrada en público con sólo levantar mi falda y permitir a mi
pareja introducirse en mi ano. En esta posición no es tan fácil penetrar, pero
hay completa libertad de movimiento y si no hay donde apoyarse, tú y tu pareja
pueden tomarse de las manos. Si buscas una posibilidad entre la multitud, la
penetración anal parados es una gran experiencia.
Por supuesto, puedes tenderte sobre tu estómago
con tu cadera elevada con una almohada y tu pareja se pondrá sobre ti. Esto
es bueno si él no es demasiado pesado. Te permitirá relajarte y tus manos
estarán libres para hacer cualquier otra cosa. No es tan fácil una penetración
completa con éste método y tus movimientos están restringidos.
Lo inverso de lo anterior te
permite controlar la velocidad y profundidad de la penetración. Acuesta o sienta a tu pareja,
móntate sobre él y desliza tu ano hasta encontrar su pene erguido. La
penetración es fácil y profunda en esta posición y tú tienes el control. Las
manos de tu pareja están libres para acariciar tu busto o aún para estimular tu
clítoris mientras tu te deslizas arriba y abajo sobre su miembro. Lo mejor de
esta posición es que también resulta fácil para tu pareja, pues tú haces la
mayor parte del trabajo.
Preguntas y respuestas sobre sexo anal
¿A través del sexo
anal es posible el embarazo?.
Sólo puede ocurrir un
embarazo si el espermatozoide se une con el óvulo, en el tercio medio de las
trompas de Falopio, y migran para asentarse en las paredes del útero. Nada de
esto puede pasar en el intestino grueso.
Sin embargo, al practicar el
sexo anal debe tomar en cuenta que por efectos de la gravedad, cabe la
posibilidad de que el semen se salga del ano y llegue a tener contacto con la
vulva. En este caso, dada la capacidad de desplazamiento de los
espermatozoides, es posible un embarazo; aunque la probabilidad son muy bajas e
improbables. Pero en todo caso hay que tener mucha precaución ya que no es
imposible.
¿Las mujeres pueden
tener un orgasmo durante el sexo anal?
Existe la posibilidad que
tanto un hombre como una mujer logren un orgasmo o eyaculación durante la
penetración anal. Los genitales no son los únicos órganos responsables del gozo
o placer sexual. Al fin y al cabo son aparatos sensoriales que solo llevan
información al cerebro. Ahí es procesada y traducida a tensión y excitación
sexual que puede promover la fase orgásmica.
Bajo esta premisa, tanto su
cuerpo, cualquier parte, como su imaginación, constituyen poderosos aparatos de
sensaciones eróticas que le permitirán la vía al placer sexual extraordinario.
¿Es dañino practicar
el sexo anal estando embarazada?.
En principio no debe haber
problemas en practicar sexo anal si antes lo han disfrutado. Obviamente se debe
tener cuidado de no realizar movimientos que puedan comprimir el vientre, pero
por lo demás, la penetración anal no implica peligro mayor que la penetración
vaginal.
Si mi pareja y yo
somos fieles, ¿se recomienda de todas maneras el uso de preservativo para el
sexo anal?
La fidelidad mutua entre dos
personas que no tienen ninguna enfermedad de trasmisión sexual, como el VIH, es
la mejor defensa y la mayor seguridad en estos tiempos tan caracterizados por
este tipo de enfermedades. Sin embargo, en la práctica es difícil, si no
imposible, estar seguros de que nuestra pareja nos es totalmente fiel. Recuerda
que una sola relación sexual puede ser suficiente para contagiarse, inclusive
con el VIH.
La penetración anal es el comportamiento
sexual de mayor riesgo para la transmisión del virus del SIDA, y debido a que
hasta ahora esta enfermedad es de evolución mortal, se recomienda ENFÁTICAMENTE
a todas las personas que practican o experimentan la penetración anal, que
utilicen un preservativo o condón lo suficientemente grueso, y un lubricante de
base acuosa, y no oleosa, pues los de base oleosa debilitan el material del
condón. Un ejemplo de un lubricante que NO debe utilizarse con el condón es la
vaselina.
El sexo anal es la estimulación
del ano de su pareja: manualmente, oralmente o con la penetración anal (el
hombre introduce su pene en el recto de la mujer). No se trata de una práctica
sexual reservada únicamente a los homosexuales, como algunos quieren ver, sino
que es apreciada por muchas parejas heterosexuales. Puede ser un fin en sí
mismo, o acompañarse de otras formas de estimulación. Por ejemplo, el hombre
puede introducir un dedo en el ano de su compañera mientras que la penetra por
delante.
Penetrar a la mujer por detrás
puede ser muy agradable, tanto para el hombre (el ano es menos elástico y más
estrecho que la vagina; por lo que el pene está más ceñido) que para la mujer
(en el ano existen abundantes terminaciones nerviosas). Muchas mujeres que
practican habitualmente la sodomia alcanzan el orgasmo únicamente con la
penetración anal, y se refieren a este orgasmo como algo “diferente” y nuevo.
Historia
No se trata de una práctica
moderna, sino que se ha dado en todas las épocas y en todos los continentes
desde la Antigüedad. Hoy en día, uno de cada dos matrimonios confiesa haber
probado la penetración por detrás. A algunos les gusta y a otros no. Según el
informe del conocido sexólogo Kinsey, una de cada dos mujeres se declara
partidaria de la penetración anal.
Numerosas parejas practican el sexo anal como “método anticonceptivo” (es también una alternativa en el caso de reglas prolongadas o abundantes). Sin embargo, existen riesgos de embarazo: el esperma que sale del ano puede deslizarse hacia la vagina… y algunos espermatozoides son duros de pelar.
Numerosas parejas practican el sexo anal como “método anticonceptivo” (es también una alternativa en el caso de reglas prolongadas o abundantes). Sin embargo, existen riesgos de embarazo: el esperma que sale del ano puede deslizarse hacia la vagina… y algunos espermatozoides son duros de pelar.
¿Práctica tabú?
Algunos ven en él un acto
perverso y contra natura. Las autoridades religiosas o laicas lo han condenado
con frecuencia. Determinadas religiones consideran el coito únicamente como un
medio de reproducción, por lo que condenan también el sexo anal. En algunos
paises, se considera un “crimen contra natura” y “prohibido”, incluso para los
matrimonios. Históricamente, el objetivo de estas leyes era perseguir a la
comunidad gay (en donde, por supuesto, la penetración por detrás está muy
extendida).
Sin embargo, el sexo anal, como cualquier otra forma de sexualidad voluntaria, es o debería ser una elección personal: la pareja es quien decide lo que es o no aceptable.
Sin embargo, el sexo anal, como cualquier otra forma de sexualidad voluntaria, es o debería ser una elección personal: la pareja es quien decide lo que es o no aceptable.
¿Qué gusto se le
puede encontrar al sexo anal?
Además de una sensación
física muy placentera, diversos factores psicológicos entran en consideración.
El sexo anal es una práctica diferente, que hay que descubrir: la novedad suele
ser excitante. Por otra parte, se tiene la impresión embriagadora de vivir una
sexualidad más “intensa”. La excitación puede provenir también del placer de
infringir la ley. Por último, el sexo anal aumenta el sentimiento de dominación
para la mujer y de virilidad para el hombre, razón por la que muchos
practicamos este tipo de sexualidad.
Jul 6, 2014
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