viernes, 22 de diciembre de 2017

Versos eróticos burlescos (siglo XVIII) - 27 ilustraciones


Siguiendo la temática que nos ocupa, las adivinanzas, han contribuido de forma importante a su enriquecimiento. 

Preguntó a su esposo Irene:
“Blas mío, cuando te ausentas,
Sin que tú me dejes renta,
¿Qué dirás que me mantiene?”

“No lo sé”, respondió Blas,
Y ella le dijo: “Inocente,
Mira un espejo de enfrente
Quizá en él lo advertirás”.

Preguntó a su esposo Inés:
“¿Qué cosa es la que tropieza
Un marido con los pies,
Llevándola en la cabeza?”

Puesto el hombre a discurrir,
Respondió que no acertaba;
Y ella, echándose a reír,
Con los dedos le apuntaba. 
José Iglesias de la Casa (1748-1791)


Es largo como un palmo,
tieso cuanto puede ser,
con pelos a la redonda,
y se carga y descarga
en poder de una mujer.

Pelusa por fuera,
pelusa por dentro:
alza la pierna y métela dentro.

Carne nació sin gueso
lo que en la mano tomastes,
y luego se puso tieso.
Espántome mucho de eso,
que una mujer honrada
sea tan aficionada
a palpar carne sin hueso.

Entre dueñas y casadas
preguntan doncellas tiernas
qué es aqueso que, acostadas,
les meten entre las piernas:
es largo, liso, redondo
y con un horado al cabo,
y va, de zumo cargado,
y descarga en lo hondo. 
Anónimo (Siglos XVIII-XIX)

*** 
Brujuleando, aparecen estos versos de Ventura de la Vega (1807-1865),


La aguja que está imantada
Hácia el Norte siempre inclina;
Ley natural y constante
Que se observa y no se explica.

El norte de los carajos
Es el coño, y, no hay tu tia,
Siempre, y cual aguja al Norte,
El carajo al coño mira ... 
* * *

Bibliografía: M. R. Barnatán y J. García Sánchez, Poesía Erótica Castellana, Ediciones Jucar, Madrid 1974; Camilo José Cela, Poesía completa, Galaxia Gutenberg – Circulo de Lectores, Barcelona 1996; Cancionero Moderno de Obras Alegres, edición facsímil de H.W. Spirrtual, London, Visor Madrid 1985; José María Díez Borque, Poesía erótica (Siglos XVI - XX), Ediciones Siro, Madrid1977. 

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