El cuerpo humano se
ha considerado a lo largo del tiempo un objeto de deseo, incluso ha
habido épocas en que mostrar el cuerpo desnudo era pecaminoso
y sólo aquellas mujeres de dudosa moralidad se atrevían a enseñar alguna parte
de él.
A nivel artístico el tema del desnudo es complejo de tratar por sus múltiples lecturas, ya sea desde un punto religioso o cultural. Al parecer no es lo mismo ver una escultura o una pintura que represente el cuerpo de una mujer a una fotografía, ya que la imagen fotográfica es más real y por tanto más obscena. Debido a esa obscenidad de la foto o del cine, la desnudez pasó a tener unas connotaciones más sexuales y no tan artísticas o estéticas como podría ser en el caso de la pintura.
Para entender un
poco más la visión que tenemos de la fotografía erótica en la actualidad
realizaré un breve repaso por su historia y evolución a través de las
diferentes épocas. De esta manera podremos comprender la foto de desnudo mucho
mejor e incluso dejarnos de tonterías y empezarla a verla con un imagen
artística más. Una hermosa y buena foto de desnudo puede ser una
verdadera obra de arte.
Primeros años
A finales del siglo XIX el
cuerpo humano femenino y, en menor medida, el masculino empezó a convertirse en
ese obscuro objeto de deseo cuyo interés fotográfico iba creciendo con el
tiempo. Así, el cuerpo humano fue considerado tabú para
algunos y para otros un instrumento más que ayudaba a crear e
investigar a los fotógrafos.
Poco a poco, hacia
la segunda mitad del siglo XX se comenzó a ver la fotografía
erótica con otros ojos, con una mirada de respeto, aunque no por
ello dejó de lado las controversias y los problemas morales que podían
significar la imagen del cuerpo humano posando sensualmente.
Podríamos decir que
fue Lois Jackes Daguerre el que abrió la puerta de la
fotografía erótica al retratar esculturas de yeso lánguidas y sensuales que
hacían alusión a las Tres Gracias, sus Naturaleza muerta con
esculturas. El uso de las esculturas para este tipo de fotografías era
debido, por un lado, al largo tiempo de exposición que necesitaba el
daguerrotipo para la toma fotográfica, y por el otro lado era debido a la
dificultad de encontrar una modelo que se prestará a desnudarse y retratarse.
Cabe decir que la
historia de la daguerrotipia erótica es casi inexistente e
insuficiente, en la mayoría de los casos se la desprecia por su ínfima calidad.
Así que es un tanto complejo indagar más sobre el tema. El daguerrotipista
parisino Felix Jacques Antoine Moulin fue uno de los primeros
en especializarse en fotografía de desnudos, debido a esa osadía en 1851 estuvo
un mes de cárcel por producir daguerrotipos que, según la Corte de
Napoleón III, era de una obscenidad indescriptible.
Así, las primeras
modelos que se desnudaron y se dejaron retratar solían ser prostitutas,
bailarinas o jóvenes anónimas que a cambio de dinero dejaban que su imagen
fuera inmortalizada. Para ello, las modelos adoptaban las típicas poses de los
personajes de las obras pictóricas clásicas, desde mujeres
estiradas en hermosos divanes hasta hermosas ninfas jugando por el campo
bucólicamente. Hemos de tener en cuenta que la pintura y la escultura era la
única referencia artística que se conocía para llevar a cabo esta clase de
fotografías.
El negocio del
desnudo fotográfico pronto se convirtió en un negocio muy rentable. Así, desde
la clandestinidad, los autores se escondían en el anonimato por las
multas y penas de cárcel a que se exponían, y a unos precios elevados las
imágenes de cuerpos desnudos comenzaron a ponerse de moda en
algunos círculos sociales de caballeros adinerados. Es decir, se destinaban a
la alta y media burguesías.
Pero pronto la
popularidad fue tal que en 1845 se empezó a comercializar
como piezas de estudio científico anatómico para que
estuvieran dentro de la legalidad, fue tal el auge de sus adquisición que ni
las leyes pudieron terminar con ellas. No obstante, la pornografía seguía
siendo ilegal en Francia, por ello la mayoría de los daguerrotipistas debían
tener cuidado y no firmaban sus daguerrotipos, aunque algunas de estas imágenes
si que llevan las etiquetas de las casas de óptica.
Cinco años después,
en 1850, gracias a la perfección de la fotografía en papel y
del negativo de placa de vidrio implicó el nacimiento de un duro competidor del
daguerrotipo, sobretodo en París. Debido al papel se abarataron los costes
de impresión lo que implicó una producción en masa de la fotografía
erótica. Además, hemos de tener en cuenta que entre 1850 y 1855 se comenzaron a
difundir las imágenes estereoscópicas y las tarjetas
de visita lo que también ayudó al auge de este tipo de fotografías. No
obstante todo ello, sumado a una política más restrictiva por parte del gobierno,
este tipo de imágenes experimentaron una pérdida de refinamiento y cuidado.
Finales del
siglo XIX e inicios del XX
A finales
del XIX, la fotografía erótico-pornográfica de aires victorianos,
exportada de Francia, aparecía en Gran Bretaña asentándose como un nuevo modelo
de negocio. A través de un sistema de postal los subscriptores recibían
periódicamente las nuevas imágenes, burlando de esta manera a la policía.
Cabe decir, que
desgraciadamente este tipo de fotografía era demasiado mecánica, la
imagen erótica perdía todo la sensualidad y por ende se acercaba más a un
documento antropológico. Pero por suerte muchos pintores comenzaron a
experimentar con la fotografía de desnudos, intentando darles una intención
pictórica, más artística, para diferenciarse de las postales
pornográficas.
Dentro de esta
corriente es de destacar a Robert Demachy o al gran Alfred Stieglitz, un interesante fotógrafo que
ya hemos hablado en alguna ocasión. Gracias a ellos y a otros pictorialistas la
fotografía de desnudo se pudo ver en algunos eventos y exposiciones
fotográficas. Un gran paso para la fotografía erótica como imagen artística.
Así pues, a finales
del siglo XIX ya podíamos encontrar tres grupos de fotografías de
cuerpos desnudos. Por un lado estaban las que se consideraban antropológicas,
es decir, las que retrataban a mujeres de otras razas para catalogar y estudiar
a los seres humanos. También estaban las pornográficas que
sólo podían comprarse en el mercado negro por ser algo ilegal. Y por último la
fotografía erótica pero desde una visión artística.
Este último grupo
fotográfico fue el más extendido a principio del siglo XX gracias en parte al
nacimiento de las revistas y a la nueva técnica de impresión que
permitía reproducir de forma barata las imágenes. De nuevo París se convirtió
en el centro de esta nueva revolución de la fotografía erótica, a través de las
imágenes de las bailarinas del burlesque desnudas o
semidesnudas.
A principio
del siglo XX, gracias al fin de la censura europea del erotismo supone el
regreso de bellas y artísticas imágenes eróticas, se vuelve a dar importancia a
la imagen refinada.
No obstante, las
imágenes erótica no empiezan a considerarse como fotografía moderna hasta 1950,
con los conocidos “club de cámara” que llevaron la fotografía erótica al
ámbito artístico tal como se conoce hoy en día. No hemos de olvidar que en esta
época comienza el surgimiento de la imagen en color y el nacimiento del
movimiento Pin Up, que también ayudará a extender la fotografía
erótica – artística.
El nacimiento de la
fotografía erótica moderna
Así pues, gracias a
los club de cámara y a las revistas como Play Boy,
donde recuperan el espíritu pornográfico, la explosión de este arte resurge de
nuevo. No obstante, aún quedaban artistas anclados en la primera mitad de
siglo, es decir, aquellos como Rudolph Rossi (cuyas imágenes
en blanco y negro fueron pintadas meticulosamente, dotando a la foto la
categoría de arte) que buscaban acercarse al arte pictórico con
una fotografía sumamente cuidada y artística. Es decir, no se limitaban a
plasmar solamente un cuerpo desnudo, sino que contaban una historia, trasmitían
un concepto.
También encontramos
a fotógrafos como Helmut Newton que elevó la foto erótica a
un ideal de belleza y glamour, sus imágenes eran de tal hermosura que dañaban a
la vista. O a David Hamilton, que a pesar de fotografiar a jóvenes
adolescentes sus atmósfera hamiltoniana le daba una
connotación romántica e ingenua.
Es esta clase de
fotografía erótica más artística la que consiguió saltar la clandestinidad y
salir en publicaciones como Vogue. Empieza la fotografía erótica
moderna.
En la actualidad
Así pues, podemos
afirmar que gracias a todos los avances tecnológicos y a los fotógrafos y
artistas de antaño que se saltaron la leyes podemos disfrutar
de obras tan sublimes e impactantes como las fotografías de Herb Ritts, Narcis
Virgiliu o Spencer Tunick entre otros grandes
fotógrafos a destacar y tener en cuenta.
Es por toda esta
historia y esta evolución que hemos de empezar a ver la fotografía
erótica con otros ojos, y espero aportar con este post, aunque sea muy
pequeño, un granito de arena para ver las imagen erótica como algo bello. Y
cuando hablo de fotos eróticas también me refiero a aquellas de estética
bondage o mucho más explicitas, ya que algunas pueden ser hermosas y
delicadas como las de Nobuyoshi Araki, poesía pura en blanco y
negro.
7 Septiembre 2012
En Xataka Foto | Yulia Gorodinski y Erica Simone, autorretratos desnudos| Spencer Tunick y la relación del desnudo con el entorno
No hay comentarios:
Publicar un comentario