miércoles, 7 de septiembre de 2016

Rocco Siffredi se opone a la pornografía infantil y propone dar clases de sexualidad en los colegios


Rocco Siffredi quiere dar clases de sexualidad en los colegios
La estrella del porno consigue miles de firmas en su petición 'online' para que se imparta educación sexual a los adolescentes italianos

El actor porno Rocco Siffredi cree necesario que se aprenda educación sexual en las escuelas y, con motivo de la celebración ayer de la jornada mundial del orgasmo, se ha ofrecido para dar clases de sexualidad en los colegios de Italia. Siffredi entiende que la sexualidad debería estudiarse de manera obligatoria y él mismo se ofrece para atajar el problema y, a su vez, derribar un tabú y dar respuestas a los adolescentes.


"El sexo es una cosa bellísima. Yo aporto la imagen y la experiencia que tengo, ofrezco toda mi disponibilidad para visitar las escuelas italianas y hacerme promotor en primera persona de esta iniciativa", ha dicho el también director de películas porno a través de una petición en la página Change.org que dirige al Ministerio de Educación y que acumula más de 13.000 firmas. Petición que también ha compartido en su perfil de Facebook.

"La pornografía debería ser entretenimiento pero, a falta de alternativas, se ha convertido en un instrumento de aprendizaje, sobre todo entre los jóvenes. ¿Os parece normal?", pregunta, dirigiéndose también a la ministra, Stefania Giannini.
Siffredi echa en falta el diálogo y la apertura de mente sobre sexualidad en Italia. "El sexo en Italia todavía es un tabú, muchos jóvenes necesitan hablar, abrirse, ser escuchados y recibir respuestas", añade el actor. Opina también que es un problema que muchos estudiantes "tengan la necesidad de satisfacer su curiosidad y sus dudas pero no sepan a quién dirigirse". Por ello critica que, a diferencia de otros países europeos, en este país no sea obligatoria la educación sexual. "¿A qué estamos esperando?", se pregunta. Por eso, se ofrece a ocuparse del asunto y ha lanzado la etiqueta #cipensarocco (se ocupa Rocco) en las redes sociales. Defiende que es un gran actor porno y director de cine para adultos, protagonista de casi 2.000 películas como actor y director de alrededor de 450.

 "Desde que era joven, he querido dedicar mi vida al sexo", justifica. Ahora, quiere hacerlo también desde el ámbito educativo.
Además, el italiano, de 51 años, recuerda que hace su trabajo desde hace más de 30 años y goza de una "gran experiencia" que puede ayudar a los jóvenes a abrirse, a hacer preguntas, recibir respuestas y "recibir una formación sobre una de las cosas más bellas e importantes de la vida". Una vida profesional por la que Siffredi cree que podría ser ahora un buen enseñante. De hecho, si no se hubiera dedicado al porno, le hubiera gustado ser psicólogo, sobre todo para comprender a las mujeres. "Siempre he tenido la obsesión de entender, de conocer a las mujeres", dijo en una entrevista a la edición italiana de Vanity Fair. Una curiosidad que él mismo ha tenido y que le gustaría tratar con los estudiantes


María Salas Oraá

Roma 23 DIC 2015 - 17:03 CET EL PAIS



El porno contra la pedofilia

Dos actores de películas X protagonizan una campaña contra la pornografía infantil en Bélgica

La pornografía infantil no es pornografía, sino un abuso hacia personas vulnerables. Para trasladar este mensaje, nadie mejor que los propios profesionales de la industria del sexo. Así lo ha entendido la organización belga Child Focus, que acaba de lanzar una campaña protagonizada por dos estrellas del porno, Rocco Siffredi y PussyKat, para frenar esas prácticas. “Hay que concienciar al público de que las imágenes de la llamada pornografía infantil no son ficticias; son imágenes de tortura y humillación sobre niños”, explica el portavoz de esta campaña, Dirk Depover.

La organización, creada en 1988 por un grupo de padres cuyos hijos sufrieron abusos, tenía claro que para alertar de este fenómeno no se podían utilizar las imágenes que ellos mismos combaten, sino que era necesario crear “una metáfora”. Así, la campaña consiste en una serie de carteles y vídeos protagonizados por Siffredi y PussyKat en los que, con toda sobriedad, animan a la población a “poner una equis sobre la pornografía infantil”.

En la práctica, los responsables de Child Abuse esperan que esa equis se traduzca en una mayor cooperación ciudadana para perseguir estos delitos por Internet. Así, han habilitado un mecanismo en su página web (www.stopchildporno.be) para que los internautas que puedan encontrarse “por azar” con este tipo de imágenes presenten denuncias anónimas, algo que no es posible si se acude directamente a la policía, explica Depover.

Aunque la campaña se difundirá solo en Bélgica –al menos de momento-, el portavoz espera un impacto más allá de las fronteras nacionales, pues los datos serán remitidos a la policía, que a su vez coopera con los cuerpos de seguridad de otros países. Esa colaboración ha permitido a Interpol, la mayor organización internacional de policía, con 190 países asociados, identificar en dos años y medio a 2.500 niños víctimas de abusos sexuales en 40 países, según Child Abuse.

Solo el año pasado, la organización recibió casi 1.500 avisos de casos presuntamente relacionados con la pornografía infantil, lo que representa un aumento del 9% respecto a las cifras del año anterior. Depover insiste en que la persecución de estos casos no busca tanto identificar a consumidores y productores, sino “sobre todo identificar y proteger a los niños”.

La campaña, que se difundirá en carteles, medios de comunicación y probablemente en cines, ha sido financiada en un 80% por la Comisión Europea. Tanto la agencia de comunicación Grey Brussels como las estrellas del porno han colaborado de forma desinteresada en su realización.


Resultado de imagen para Catherine Breillat

La mujer que hizo actor a Rocco

La directora francesa Catherine Breillat relata su relación profesional con el actor de cine X en el homenaje de Cinema Joven


Hace cuatro años llegó a las carteleras españolas una película que se anunciaba como el debut de la estrella del porno Rocco Siffredi en el cine convencional. Se titulaba Romance X y su directora, Catherine Breillat (Bressuire, Francia, 1948), era poco menos que una desconocida para el público español. Aquel filme, el único de Breillat que ha visto la luz en nuestro país, confirmó a Rocco como un actor capaz de afrontar papeles dramáticos, más allá del gimnástico ejercicio del cine X, o, en palabras de la directora francesa "se convirtió en actor pues, como él mismo dice, en el porno no se actúa, se hace el amor para que los hombres se masturben, mientras que en la ficción se interpreta para que la gente se pueda proyectar en los personajes que ve en la pantalla".



Breillat no sólo hizo actor a Rocco Siffredi, sino que lo convirtió en un fetiche. "Es el único actor con el que he repetido colaboración porque yo, que como mujer siempre he tenido dificultades para trabajar con hombres, a él lo considero material en bruto, al que puedo modelar, pues no ha de demostrarme su masculinidad en cada momento, como hacen los demás actores". Para corroborarlo, Breillat volvería a contar con Rocco en Anatomie de l'enfer, su última cinta, que se proyectó ayer después del homenaje que Cinema Jove tributó a la cineasta gala, de la que el festival ha ofrecido una completa retrospectiva de todos sus filmes.


Pero la personalidad de Catherine Breillat abarca mucho más que su encuentro con el semental italiano. Novelista precoz, Breillat publicó a los 17 años una polémica novela, L'homme facile, que, irónicamente, fue prohibida en Francia a los menores de 18 años, "lo que significaba que a la propia autora se le prohibía leer su libro", según sus palabras. Poco después tuvo una efímera carrera como actriz, cuyo principal hito fue un pequeño papel en El último tango en París, de Bernardo Bertolucci, "que fue la última película en la que la mujer aparecía sólo como objeto de deseo", en su apreciación. Mas Breillat nunca pretendió ser actriz, sino escritora y, sobre todo, directora de cine desde que, con 12 años de edad, vio Viridiana, "la historia de una joven que vive en un mundo de pureza pero que, en realidad, está atravesada por el deseo". Tendrían que pasar 15 años hasta que consiguió financiación para dirigir Une vraie jeune fille y otros 12 para que su trabajo fuera reconocido por la crítica y el público, a partir del éxito de 36 fillette, su tercer filme, en los festivales internacionales.

Desde entonces Breillat ha realizado un cine muy personal, basado en retratos de mujeres y que, en su opinión, "es mucho menos acorde con la moral dominante que el porno". Un cine que, pese a contener en muchos casos sexo explícito, no asimila a la pornografía, sino a la pornocracia, "un concepto que viene de los griegos y que consiste en que la mujer ejerza el poder a través de su papel de cortesana, pero no en el sentido de prostituta, sino en el de seductora". Con su obra, que oscila entre la transgresión y una provocación que ella misma considera "inocente", la directora francesa espera que las mujeres "se vean reflejadas" en los personajes que crea.

Catherine Breillat fue la gran estrella de la penúltima jornada de Cinema Jove, que ayer cerró su sección oficial con la presentación de la película francesa Le dernier des immobiles, de Nicola Sornaga, un interesante, aunque algo reiterativo, intento de hacer cine poético a medio camino entre lo burlesco y lo sublime que se erigió como la propuesta más arriesgada de una competición que hoy conocerá el filme que se adjudicará la Lluna de València al mejor largometraje.

* Este articulo apareció en la edición impresa del Sábado, 26 de junio de 2004

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