La obra erótica de Pierre Louÿs data de fines del siglo XIX y es una de las más impertinentes e insolentes en el género.
La obra erótica de Pierre Louÿs data de fines del siglo XIX y es una de las más impertinentes e insolentes en el género.
No recuerdo exactamente en qué lugar de la extensa y tan inteligente obra de Aldous Huxley (pienso que debe ser en Those Barren Leaves, sólo que soy demasiado haragán como para ir a checarlo), el escritor inglés nos aseguraba que el amor es el mejor deporte que se puede practicar bajo techado: incluso lo llegaba a llamar "el mejor de los deportes caseros". Dicho sea de paso, el autor de A Brave New World cometió el error de morirse en Hollywood el mismo día que asesinaron en Dallas a Kennedy, así que su muerte pasó no sin pena, pero sí sin gloria.
¿Conoces todo sobre el sexo? Contrario a lo que mucha gente piensa, el sexo no es solamente coito y masturbación; este fascinante tema encierra muchos datos curiosos que te sorprenderán.
Amarna Miller (Madrid, 1990) tiene público esta mañana. Vagabundos y toxicómanos, y algún pez de ciudad. Posa para la foto. Una, otra… y ahora ponte aquí. Con luz natural en esta, luego con el flash. La sesión solo es interrumpida por el trasiego de un taxi o una furgoneta de reparto. Son las diez en Madrid. Hoy luce el sol.
La palabra “puta” coge impulso en la boca y sale disparada por los labios, que han tomado la forma de un trabuco. Está considerada un ataque verbal, pero la categoría se le queda pequeña; es más que eso. En según que contextos, «puta» está bienaceptada, porque es menester echar mano de ella en ese momento. Pero el uso hace al abuso.
El
área del Caribe es una zona privilegiada de deseo y posesión, y este patrón ha
sido invariable desde antes del arribo de los pálidos europeos hacia estas
verdes costas. Ya los pueblos autóctonos americanos habían descubierto un no se
qué subyugante y arrebatador que incitaba a elevar el erotismo en la sangre.
Los k'ariñas fueron los primeros que desearon poseer todo lo que aquellas islas ofrecían, desde el territorio hasta los “nalgatorios” taínos, caquetíos, arawakos y boricanos que habitaban dichos lares.