El mundo, la cultura sexual se
vive de diferentes maneras, en la India se escribió un libro que habla
sobre el comportamiento sexual humano que hoy es conocido mundialmente,
el Kama Sutra, mientras que en occidente el sexo sigue siendo en cierta medida
un tema tabú. En el periodo Edo japonés surgió el arte “Shunga” como una
representación artística erótica.
Durante la prehistoria de Japón, la religión nativa, hoy conocida como sintoísmo estaba marcada por la libertad sexual, ya que sus creencias se basaban en la fertilidad tanto del ser humano como de la Tierra. El sexo no era visto con vergüenza, ni de manera pecaminosa como si pasaba y pasa en otros lados. Y justamente por esto es que las expresiones artísticas relacionadas con esta práctica eran comunes.
El Shunga es un género de producción visual japonés que tiene como tema principal la representación del sexo. Está vinculado principalmente con la producción gráfica conocida como “estampas del mundo flotante”, o xilografía ukiyo-e, del período Edo (1603-1867), a partir de imágenes de álbumes o de ilustraciones de textos de la literatura popular de entonces, así como con la producción pictórica de la época.
Hay quienes sostienen que el Shunga tomo su fuente inspiración en las ilustraciones médicas que poblaban las páginas de los antiguos manuales chinos, proceso que comenzara en la llamada Era Muromachi (1336-1573).
Cuando a mediados del siglo XIX Japón se abrió a Occidente, la influencia de la moral victoriana en la cultura japonesa dio inicio a un largo proceso al término del cual, la sexualidad explícita de los Shunga fue declarada como pornográfica, e inmediatamente censurada y prohibida, fue entonces que la producción comenzó a decaer. Una vez más el predominio de Occidente fue causa o razón de que desapareciera una de las escuelas de arte más importantes de todos los tiempos.
A pesar que su producción estuvo marcada por regulaciones y prohibiciones por parte del gobierno, la realización de este tipo de obras continuó prácticamente hasta finales de la era Meiji, con la prohibición de material «obsceno» en el Código civil del año 1907.
La gran mayoría de los ilustradores de ukiyo-e realizaron este tipo de imágenes debido, entre otras razones, a que tanto artistas como editores obtenían buenas sumas de dinero de la venta del material, incluso a pesar de estar vigente alguna prohibición, por lo que existe una gran cantidad de imágenes que fueron realizadas por ilustradores de renombre. Por otro lado las mismas prohibiciones llevaban a sus creadores a no firmar sus trabajos, pero para la gente supiera el autor, desarrollaron una serie de artimañas, como poner en las imágenes sobrenombres o señales apenas perceptibles, que eran fácilmente identificables para el público de la época.
A diferencia del común de la xilografía ukiyo-e, el Shunga no acostumbraba a producirse como láminas sueltas, las que se encuentran en muchas colecciones, se subastan o se venden en tiendas o galerías especializadas de arte, originalmente pertenecían a algún álbum que fue desmontado y sus imágenes separadas.
Es importante destacar que las obras de este tipo desarrollaron distintos niveles en cuanto a su composición: el primer nivel sería la imagen erótica misma, el segundo el lugar de la imagen dentro de la serie, el tercero el texto que acompaña a la imagen y el cuarto algunos simbolismos escondidos dentro de la imagen. Por ejemplo, las ostras simbolizaban los órganos femeninos y los hongos los masculinos, lo mismo que el shakuhachi, una flauta japonesa.
Existe un intenso debate alrededor de este tema en cuanto a si este tipo de representaciones puede ser considerado como arte o se trata de una forma de pornografía pero para ello hay que tener en claro que los términos “pornografía y obscenidad” forman parte del patrimonio cultural de la tradición religiosa occidental donde el sexo fuera de la procreación es considerado pecado y no un componente natural de la condición del hombre, en oriente, en cambio, los aspectos relacionados con la sexualidad del hombre se contemplaban en su real dimensión: el sexo en el arte no era más que la representación de una función natural, acaso el mayor placer del hombre.
En el Shunga, a diferencia de la pornografía que conocemos en occidente, se trata de un trabajo estético que juega con la fantasía, donde los elementos artísticos no son parte de, sino que son el trabajo en sí. De ahí que esta labor que se originó hace muchos años, ha inspirado nuevas creaciones artísticas que hoy gozan de gran popularidad, como el animé, el manga y, por supuesto, el hentai.
Actualmente continúa la restricción contra el material obsceno, pero la concepción con respecto del Shunga ha ido cambiando en las últimas décadas de modo que este tipo de obras son “toleradas” al ser clasificadas como eróticas gracias a la publicación de obras de estudio del tema en Japón y occidente.
El proceso para nuevamente admitir al Shunga con un arte, más que como pornografía, es lento y aunque se ha logrado que sea aceptada como arte erótico y no como pornografía, su admisión en la sociedad actual sigue teniendo obstáculos. Es por eso que, a pesar de que existen investigaciones sobre esta manifestación artística histórica, las exhibiciones siguen siendo censuradas.
El Shunga convirtió a Japón en uno de los máximos exponentes del arte erótico entre los siglos XVII y XIX, las pinturas, de carácter explícito, ilustraban los “libros de almohada”; pequeños manuales de sexo que eran celosamente guardados en cajas laqueadas, bajo la almohada de los amantes.
La traducción literal del vocablo japonés de origen chino Shunga significa «imágenes de primavera», siendo «primavera» un eufemismo común para las relaciones sexuales. Basaban su contenido no sólo en las relaciones de los samuráis con famosas cortesanas o jóvenes edokkos, también tenían una relación muy estrecha con la literatura y los sucesos de la época, en definitiva el Shunga son un reflejo de los gustos y costumbres de esos tiempos.
Las obras se desarrollan en escenarios diseñados explícitamente para consumar un acto sexual: posturas acrobáticas que eluden las leyes de la física, genitales desproporcionadamente grandes que se rebelan ante los ritmos comunes de la fisiología humana, jóvenes mujeres copulando con animales marinos, y un desfile de discretos pero envidiables gestos orgásmicos son algunos de los elementos característicos en este arte.
Las escenas describían relaciones sexuales de todo tipo, incorporando en ellas a los más variados personajes de la sociedad japonesa de entonces, como a los miembros de la clase comerciante, los Chōnin , samuráis, las cortesanas y sus clientes, actores de kabuki, recién casados, jóvenes amantes, así como matrimonios, e inclusive seres fantásticos y mitológicos.
Tradicionalmente a las obras propias del Shunga se les atribuía una cierta virtud “talismánica”. La vida del samurái que cargaba con una de estas piezas gozaba de protección durante los combates, mientras que en los hogares y negocios se utilizaba para ahuyentar la posibilidad de un incendio.
Algunos otros personajes incluyen a monjes budistas quienes, a pesar de que en teoría renunciaban al sexo, aparecen disfrazados de doctores pues quienes ejercían esta profesión también tenían que raparse la cabeza. Existen obras que además parodiaron antiguos cuentos chinos y japoneses, mientras que en otras aparecen deidades, demonios, animales y otras criaturas en los actos sexuales.
Las mujeres aparecen como sujetos activos, evitando ser dominante o sumisa en extremo en este tipo de escenas es decir que las mujeres no están sujetas a un rol pasivo ni a los deseos del hombre, sino que son presentadas como sujetos con deseos y aunque muchas veces aparecen en posiciones pasivas, generalmente ninguno de los dos personajes toma un rol dominante en la relación.
Las poses características en la erótica occidental, no estaban presentes en Japón sino hasta después de tener contacto con las culturas occidentales.
Los senos tuvieron un rol secundario en la práctica sexual y las fantasías eróticas por lo menos hasta antes de la II Guerra Mundial, incluso en ilustraciones donde los senos son expuestos, en raras ocasiones aparecen como puntos de interés sexual. Antes del siglo XX, en Japón los senos eran vistos como símbolo de la maternidad, no como símbolo sexual”.
Otras representaciones, menos frecuentes muestran relaciones homosexuales, ya sea entre hombres o mujeres. Las relaciones entre dos hombres tienen su antecedente en Japón en el wakashudō «camino del hombre joven»), donde la parte activa y protectora de la pareja era el de mayor edad y la parte pasiva, el aprendiz, era el más joven, basando su relación en obligaciones y lealtades mutuas. Durante el período Edo dicha tradición, junto con la actitud marcial misma del samurái, comenzó a menguar y en su lugar aparecieron prostitutos vestidos como mujeres, cosa que no ocurría en la tradición original.
En el Shunga la feminidad de los prostitutos es exagerada, con los genitales cubiertos o reducidos de forma importante, siendo éstos la única prueba de que se trata de alguien del sexo masculino. Por otro lado en relaciones lésbicas se puede observar a la pareja besándose, frotándose los genitales, o manteniendo relaciones por medio de un harikata (una clase de dildo) o por medio de una máscara de hombre. Este tipo de escenas son muy valoradas por los coleccionistas actuales.
También, se pueden encontrar imágenes de tríos, generalmente una mujer, un hombre y un chico o bien algunas escenas fantásticas donde aparecen animales como pulpos, gatos o perros (generalmente en forma de parodias), demonios y dioses, así como mujeres masturbándose como señal de su amante ausente.
Escenas de voyerismo son frecuentes, generalmente para darle un énfasis cómico a la imagen. En la gran mayoría de las obras los personajes aparecen total o parcialmente vestidos.Por lo general, en el Shunga los genitales son mostrados con un tamaño exagerado y en las imágenes, no hay desnudos completos, los personajes aparecen semidesnudos, dibujados en forma sutil y hermosa.
Existieron célebres maestros y escuelas para estas “Pinturas de Primavera”, la escuela Utagawa y la obra de los artistas Utamaro, Kuniyoshi, Koriusay, Kunisada, se exponen en galerías y en muestras virtuales de Internet.
Glosario
-Ukiyo-e: ”pinturas del mundo flotante” o estampa japonesa. Es un género de grabados (realizados mediante xilografía o técnica de grabado en madera) producidos en Japón entre los siglos XVII y XX.
-Era Meiji: La era Meiji (1868-1912) o periodo Meiji denota los 45 años del reinado del emperador Meiji, reinado que en el calendario gregoriano corresponde desde el 23 de octubre de 1868 hasta el 30 de julio de 1912. Durante este periodo, Japón comenzó su modernización, erigiéndose como potencia mundial.
-Shakuhachi: es una flauta japonesa que se sujeta verticalmente como una flauta dulce en lugar de como la tradicional flauta travesera. Era utilizada por los monjes de la secta Fuke Zen, seguidores del budismo zen, es su práctica ritual del Suizen (meditación mediante el soplado)
-Edokkos: jóvenes mancebos
-Animé: La palabra anime fue tomada en Japón para hacer referencia a un particular estilo de animación, surgido en ese país. Es el término que identifica a los dibujos animados.
-Manga: es la palabra japonesa para designar a las historietas en general. Fuera de Japón, se utiliza exclusivamente para referirse a las historietas niponas.
-Hentai: en japonés, la palabra hentai quiere decir ‘pervertido/perversión’ o ‘transformación’. Además, hentai es género del manga y el anime de contenido pornográfico.
-Kabuki: es una forma de teatro japonés tradicional que se caracteriza por su drama estilizado y el uso de maquillajes elaborados en los actores.
-Wakashudō: fue una tradición japonesa de homosexualidad estructurada por la edad, prevalente en la sociedad samurái desde su periodo medieval hasta el fin del siglo XIX. Shudo es una abreviatura del término wakashudō «El camino del joven hombre» o «La vía del “joven Waca”, “hombre”shū)». El término “dō” se relaciona con la palabra china tao, considerada como una estructurada disciplina y cuerpo del conocimiento así como «un camino para despertar». En la pareja, el de mayor edad era conocido como el nenja y el joven era conocido como wakashū.
-Harikata: un complemento sexual utilizado desde tiempo inmemorial para la masturbación, existiendo indicios de que era utilizado hace unos 30 000 años.
-Chōnin, nueva clase social de la época formada principalmente por comerciantes y artesanos. Constituían la clase social más baja, crecieron rápidamente e incluso superaron en número a los samuráis y granjeros, asentándose en la periferia de la ciudad. Algunos chōnin se volvieron sumamente prósperos, y su riqueza les permitió crear su propia cultura, llamada chōnin bunka
Fuentes:
Lucio Montlune
Neko
Amaury A. García Rodrígueztabi
Bob Kessel
Fernanda Villaseñor Roys.
Lucio Montlune
Neko
Amaury A. García Rodrígueztabi
Bob Kessel
Fernanda Villaseñor Roys.
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