lunes, 5 de junio de 2017

Retaguardia - Ventura de la Vega - poesía picaresca del siglo XIX



Es muy soso y no me gusta
porque tiene poca gracia,
uno mismo en un rincón
hacerse necio la paja.

Es un golpe dado en vago,
es una jodienda falsa,
es fornicarse a sí mismo,
es un engaño, una farsa. 

Pero hacérsela tocar
por la mano delicada
de una jovencita linda,
desnudo el pecho y la espalda,
eso es ya muy diferente,
y merece que se aplauda;
porque una paja bien hecha
casi equivale a una vaina. 


Las vainas por retaguardia
son de tal magnificencia,

que no hay modo de joder
que más partidarios tenga. 

La mujer de culo en popa
los agujeros presenta,
para que elija el cipote 
el que mejor le parezca. 

Más arriba o más abajo,
dos dedos de diferencia,
de todos modos la vaina
como se ha dicho es soberbia. 

Este modo de joder,
que por si se recomienda,
con encomio lo aconsejo
a la juventud honesta. 

No os descudais, mujeres,
que la ocasión es calva;
abrid las piernas antes
que el hombre se distraiga. 

Si no, ya veis que pronto
gasta en putitas vanas
todas las municiones
que tienen en la canana. 

Ostentad a sus ojos
vuestras gentiles gracias,
cuando quieran forniquen
y no se hagan la paja. 

Hay jodedores maestros
que echar a una vaina
sobre el filo de un alfanje
o en la punta de una lanza. 

Una vez (grato recuerdo!)
forniqué yo a una muchacha
sentada sobre un poyete
con las piernas levantadas,
que en mis hombros coloqué:
ante ella hincado, apretaba;
y así despachó el negocio
sin silla, sofá, ni cama.




Buenaventura José María de la Vega y Cárdenas (Buenos Aires, Virreinato del Río de la Plata, 1807 - Madrid, 1865) que fue más conocido como Ventura de la Vega, fue un escritor y dramaturgo argentino que tuvo su consagración en España.








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